Siempre de cara
a la espectativa ajena
profanando
el verdadero significado
de la palabra libertad,
ajen=s a sí mism=s
y fieles a la correa que ata
y priva.
Orgullo de pertenencia,
Robando vitalidad
a cambio
de dejarse robar
lo que por naturaleza es intransferible.
Admitiendo que nuestra vida
no nos pertenece
y que la de l=s demás
está en nuestras manos
sostenida
con los hilos de acero
que se forjan con el chantaje.
Oscuro deseo de posesión
que nos aleja de tod=s
y con el que desterramos
nuestro poder de decisión.
Quizá
algún día
nos demos cuenta
que podemos controlar nuestras vísceras
hasta el punto
de sentirnos plen=s,
complet=s,
y que el mito de la dualidad
puede ser relegado
al desbán
donde cojen polvo
las funestas reliquias
de un pasado que nos emparedó.
Quizá algún día
aquellas medias naranjas
recobren su naturaleza origiral
siendo naranjas enteras,
y que rueden
donde plazcan,
sin filos que desdoblen lo que son
para que por fín
uno más uno sean dos
dos,
tres,
o mil partes
pero integras ,
que se sientan a sí mismas
para sentir mejor a las demás,
libremente confluyendo
en la unicidad del todo.
Plenitud al SER,
complet=s
en el simple respirar consciente.
Colmad=s en el silencio,
y colamd=s en la conversación,
tan gozoz=s hombro con hombro
como frente al espejo de la soledad,
cada vez más llen=s
en la perpetuidad inquebrantable del vacío,
tan llen=s
que no dejemos ningún hueco
por el que pueda colarse
Quizá ese "algún día"
llegue a ser hoy mismo.
Cuestión de intentarlo.